Motivación aprender música: Empezar a aprender música es emocionante, pero no siempre es fácil mantener la constancia. Después del entusiasmo inicial, muchas personas se enfrentan a frustraciones: ejercicios que no salen, canciones que parecen imposibles, o simplemente la falta de tiempo y energía. La motivación fluctúa, y si no sabes cómo manejar esos altibajos, puedes abandonar un camino que tenía todo para transformarse en una gran pasión.
En este artículo descubrirás estrategias prácticas para mantener tu motivación musical a lo largo del tiempo, con ejemplos aplicables a cualquier instrumento y especialmente pensadas para estudiantes en España y América Latina.
¿Por qué se pierde la motivación al aprender música?
Es importante entender qué causa la desmotivación para poder prevenirla. Las razones más comunes incluyen:
- Falta de resultados rápidos
- Compararse con otros músicos
- Expectativas poco realistas
- Métodos de estudio aburridos o muy técnicos
- Rutinas mal organizadas
- Falta de conexión emocional con lo que se estudia
Reconocer estas causas es el primer paso para retomar el entusiasmo y transformar tu forma de aprender.
Clave 1: Define un “para qué” poderoso
Aprender música sin un motivo claro es como navegar sin brújula. Reflexiona:
- ¿Por qué quieres aprender música?
- ¿Qué tipo de emociones quieres expresar?
- ¿Qué estilo musical te mueve?
- ¿Te gustaría tocar en público, componer, relajarte o compartir con otros?
Escribir tu propósito y tenerlo visible puede ayudarte a recordarlo en momentos de duda.
Ejemplo: “Quiero aprender guitarra para cantar canciones con mi familia en las reuniones”.
Clave 2: Establece metas pequeñas y alcanzables
Uno de los errores más comunes es esperar tocar como un profesional en pocas semanas. Divide tu aprendizaje en metas realistas y celebrables:
- Aprender una canción de tres acordes
- Memorizar una escala
- Tocar un ritmo de cumbia o flamenco con el cajón
- Cantar una estrofa afinada
Cada pequeña meta cumplida libera dopamina, el “químico del logro”, que refuerza tu deseo de seguir.
Clave 3: Elige repertorio que te emocione
Estudiar canciones que no te gustan solo por ser “educativas” puede matar tu motivación. Siempre incluye en tu rutina canciones que te hagan vibrar.
Algunas sugerencias que puedes considerar según tu región:
- España: “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat, “Entre dos aguas” de Paco de Lucía
- Argentina: “Sólo le pido a Dios” de León Gieco
- México: “Rayando el sol” de Maná
- Perú: “Contigo Perú” de Arturo ‘Zambo’ Cavero
- Colombia: “La gota fría” de Carlos Vives
No importa el nivel. Lo importante es que esa canción te inspire.
Clave 4: Grábate para ver tu evolución
Muchos piensan que no han avanzado porque olvidan cómo sonaban antes. Grábate semanalmente tocando o cantando algo. Luego escucha grabaciones anteriores y nota las mejoras.
Esto es especialmente útil si estudias solo. Ver tu progreso te dará confianza y energía renovada.
Clave 5: Rodéate de música diariamente
La música debe estar presente más allá del momento de estudio. Algunas ideas:
- Escucha playlists de tu género favorito
- Mira documentales o películas musicales
- Sigue artistas en redes sociales
- Participa en grupos de aprendizaje musical en Facebook o Telegram
Estar inmerso en un entorno musical mantiene viva la llama incluso en días donde no puedes estudiar.
Clave 6: Varía tu rutina
Una rutina rígida y repetitiva puede aburrirte. Cambia el orden de tus ejercicios, incluye juegos musicales, improvisación o sesiones libres donde solo toques por placer, sin objetivos técnicos.
Por ejemplo, un día puedes dedicarlo a tocar con pistas de karaoke, otro día a aprender una canción de oído, y otro a improvisar con un ritmo andino o flamenco.
Clave 7: Celebra los logros, por pequeños que sean
¿Lograste tocar tu primera canción completa? ¿Entendiste cómo funciona un acorde menor? ¿Cantaste sin desafinar?
¡Celébralo! Puedes anotarlo en un diario musical, compartirlo con amigos, o premiarte con algo simbólico (una cuerda nueva, una canción nueva, etc.)
Reconocer tu esfuerzo fortalece tu compromiso.
Clave 8: Comparte tu música con otros
No tienes que ser un profesional para compartir lo que haces. Cantar en una reunión familiar, subir un video a redes o tocar para un amigo puede ser una fuente inmensa de motivación.
También puedes unirte a:
- Círculos musicales
- Ensambles comunitarios
- Talleres virtuales
- Peñas folclóricas
La conexión social refuerza el vínculo con la música y te inspira a seguir.
Clave 9: Acepta los momentos de bajón
Es normal tener días sin ganas. No te castigues. Descansa, escucha música sin tocar, reflexiona sobre tus avances, y regresa cuando sientas energía renovada.
La clave está en no abandonar. Incluso los músicos profesionales pasan por períodos de poca motivación.
Clave 10: Recuerda que la música es un viaje, no una meta
No se trata de “llegar” a ser músico, sino de vivir la música día a día. Cada práctica, cada error, cada canción aprendida, forma parte de ese camino.
Disfruta del proceso. Toca por placer. Permítete crecer sin presión. La música es una herramienta para conectar contigo y con los demás.
Conclusión: tu pasión merece ser cultivada con amor
La motivación no siempre es constante, pero sí puede ser renovada cada día si cuidas tu relación con la música. Escucha, experimenta, celebra, descansa y, sobre todo, no te rindas.
Sigue tocando, aunque sea un poco cada día. La música no necesita perfección, necesita emoción. Y si estás leyendo esto, es porque ya tienes esa chispa dentro.
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